l sulfato de Magnesio, más conocido como Sales de Epsom, se ha usado tradicionalmente para suplir las carencias de este mineral en el organismo. El magnesio en el cuerpo reduce los dolores musculares y la inflamación, mejora funcionamiento del corazón y la circulación sanguínea, ayuda a eliminar las toxinas y metales pesados, mejora la función nerviosa, aumenta los niveles de serotonina en el cuerpo, reduce el estrés y eleva el estado de animo, ayuda a prevenir las migrañas, mejora el sueno y la concentración y disminuye la presión arterial.
Se usa para realizar limpiezas hepáticas y para favorecer la eliminación de pequeñas piedras. Asimismo, es un laxante suave. Cuando se usa de forma externa en forma de sal de baño alivia dolores y contracturas musculares, así como calambres.
Uso externo: Debido al carácter relajante del magnesio las sales de Epsom se utilizan en forma de sal de baño para aliviar dolores y contracturas musculares así como calambres. En uso local puede utilizarse para el tratamiento de la uña encarnada.
Limpieza y exfoliación de la piel: Mezcle un puñado de sal Epsom con 1 cucharadita crema limpiadora o de aceite de baño, de oliva o sacha inchi y frote sobre la piel húmeda para limpiar, exfoliar y suavizar las asperezas. Enjuague bien y use su crema hidratante habitual.
Para cabello graso: Agregue 1/2 cucharadita de sal de Epsom al champú en el momento que lo usara y eso le ayudara a absorber el exceso de aceite en el cabello graso dándole brillo.
Precauciones:
Las personas que tienen alguna enfermedad renal no deben tomar sal de Epsom al menos que se lo recomiende su médico.